El
conjunto de las casas, en su precariedad, es multiforme, variopinto.
Las dimensiones de la vivienda, los materiales de construcción y las
estancias son diversos, tanto como familias hay. Cada una ha ido
construyendo su casa según su propio parecer y sus recursos. Aunque es
algo arriesgado, las viviendas se pueden agrupar en tres tipos:
chabolas, casas pequeñas y medinas y los grandes corralones.
Las
chabolas sólo tienen uno o dos habitáculos y carecen de ventanas. Sus
paredes están construidas con hojalatas, maderas y palos. Se usan mucho
las esteras para los tejados, debajo de ellas suele haber un gran
plástico para prevenir la humedad de la llovizna y el polvo.
Normalmente, detrás de la casa, hay una
letrina –o sea, un agujero en el suelo- tapada con otra estera en forma
de círculo o muy pegada a la pared para mayor intimidad.
Las
casas pequeñas y medianas suelen ser de una sola planta y tejado liso,
pues por allí no se necesita el de doble vertiente para que resbale el
agua de lluvia. La mayoría de las casas son de adobe. Cuando alguna está
construida con ladrillo industrial se considera que es de material
noble. Las ventanas son pocas y, generalmente, pequeñas. En ellas puede
haber cristales enteros, rotos o, en su defecto, plásticos y maderas.
Algunas casas tienen letrinas y otras váter –parece más noble-, también
ubicado en la parte trasera. Algunas casas tienen corral –cercado con
algunos ladrillos, maderas y palos- donde criar pavos, cuyes o pollos
para el consumo familiar. También en estos pequeños corrales o en sitios
anexos se acumula la basura que el conjunto de la familia se propone
segregar. Muchos de estos hogares, por tanto, son también espacio de
trabajo donde la vida transcurre junto a los desechos.
Los
grandes corralones combinan materiales nobles y precarios. Destacan
algunos portones metálicos, enormes para que pasen los camiones de
basura, y los ladrillos industriales del alto muro con el que se rodean.
Pero no todos son así, hay muros que están medio caídos o derruidos del
todo, otros están hechos con maderas, cartones y plásticos dejando
entrever las inmundicias. Las viviendas de los corralones, al menos
externamente, no son muy diferentes de las demás. Hay corralones que
tienen en su interior las chancherías que son lugares para la crianza de
cerdos.
Casi
todo resulta, en realidad, bastante inestable aunque se hayan empleado
algunos materiales nobles. Por ejemplo, se pueden encontrar paredes o
muros levantados con ladrillo industrial que de repente se caen, y esto
es muy frecuente. El motivo es que no han puesto cemento o argamasa
suficiente para unirlos, a veces no ponen nada. Algo similar ocurre con
los tejados –uralitas, esteras- que salen volando al paso de los
torbellinos de viento.
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