sábado, 25 de abril de 2015

Día de Acción Global contra el TTIP: “No es un tratado, es un golpe de Estado”

Por el equipo de sonido un animador de la protesta comunica que “53 ciudades del Estado español y 700 en todo el mundo” están secundando el Día de Acción Global contra el TTIP, el CETA y el TISA, evento convocado para el 18 de abril de 2015. El joven que lo vocea por megafonía está en la manifestación de Madrid que comenzó a las seis de la tarde en Neptuno (plaza de Cánovas del Castillo) y finalizó en la Puerta del Sol. No es la primera vez que en la capital se protesta contra el TTIP, el 11 de octubre de 2014 tuvo lugar otra marcha desde la glorieta de Atocha hasta la plaza de la Provincia con motivo del Día de Acción Europea contra esos mismos tratados y Día de Acción Mundial contra el fracking. Según los sectores críticos, las negociaciones del Acuerdo Trasatlántico de Comercio e Inversión, TTIP (siglas en ingles), se están desarrollando en extremo secreto y los escasos datos que se conocen del mismo llegan a través de filtraciones. Los colectivos opositores explican que en este acuerdo de libre comercio se intenta equiparar la legislación de Estados Unidos y la Unión Europea a la baja, es decir, con desregulaciones. Esto intensificará las privatizaciones y repercutirá en la pérdida de derechos laborales, sociales y ambientales. Con la desregulación también entrarán en Europa productos químicos y alimentos que actualmente están prohibidos. Uno de los puntos que más rechazo suscita es el Mecanismo de Resolución de Conflictos entre Inversor y Estado (ISDS, siglas en inglés); se trata de tribunales de arbitraje —dicen los opositores que  estarán compuestos por abogados corporativos— ante los cuales las grandes empresas podrán pedir indemnizaciones a los estados soberanos si las decisiones de estos para proteger a los trabajadores, los consumidores, los pacientes o el medio ambiente disminuyen sus ganancias. En la protesta de Madrid los textos de las pancartas y los cánticos denunciaron la gravedad del TTIP por suponer un fuerte ataque a los derechos conquistados. Se insistió también en la idea de que es una amenaza para la democracia, a lo que contribuyó el hecho de redefinir el TTIP con estas palabras: “No es un tratado, es un golpe de Estado”. La pancarta de cabecera exigió no tratar a las personas y al medio ambiente como objetos lucrativos: “Las personas y el planeta no somos mercancía. http://noalttip.blogspot.com.es/”.
Golpe de Estado, dictadura de las multinacionales
Consignas coreadas
“No es un tratado, es un golpe de Estado”
“Son criminales las transnacionales”
Pancartas
“Contra la dictadura de las multinacionales. Equo”.
“Fuera las transnacionales de nuestras vidas. Anticapitalista”
“Contra el golpe de Estado financiero. En defensa de lo público y las libertades. Mareas Ciudadanas”.


Interpretación
En el escueto discurso de las pancartas y las consignas voceadas se dice directamente, desvelando lo que esconden los eufemismos o reinterpretando las palabras, que el tratado entre la Unión Europea y Estados Unidos es un “golpe de Estado”. Con estos términos, como mínimo, se denuncia que se están quebrantando los procedimientos democráticos. Las negociaciones son tan secretas, que algunos eurodiputados no pueden participar ni siquiera acceder a la información, por tanto, se dan fuera de los órganos de debate donde están los representantes de los ciudadanos. De esta manera, el TTIP es una patada incluso para la mera democracia formal, la democracia representativa. Si los representantes políticos no pueden acceder a la información sobre las negociaciones, menos aún los ciudadanos de a pie. En definitiva, no hay transparencia ni derecho a la información. Además, al irrumpir en el poder de esa forma, el TTIP y los otros tratados sustituyen la democracia parlamentaria por lo que en la protesta se ha denominado “dictadura de las multinacionales”. Ahora son estas grandes corporaciones las que gobiernan o, mejor dicho, a las que se va a dar sin cortapisas el poder de hacerlo. Según las consignas de los participantes en la protesta las transnacionales son la fuente de la verdadera tiranía.
Rechazo a la mercantilización del ser humano
Consignas coreadas
“Somos personas, no mercancías”
“Que no, que no, que no somos mercancías”
Pancartas
“Las personas y el planeta no somos mercancía. http.noalttip.blogspot.com.es”
“Proteger a las empresas, no a las personas. Hijos de puta”
“TTIP. Peligro de muerte de conquistas sociales y laborales. No a los mercados sobre las personas. CGT”
“Por la clase obrera y los pueblos. No al TTIP. PCPE, CJC”
“Fronteras para la especulación, no para la inmigración. No al TTIP. Tratado Terrorista Intoxica Pueblos”


Interpretación
“Somos personas, no mercancías” es una frase que deja claro que el ser humano no puede ni debe tener un valor monetario, ni ser reducido a un simple objeto de ganancias. Los manifestantes reafirman su condición de personas porque consideran que el TTIP redunda en una sociedad deshumanizada. Si estuviésemos en una sociedad en la que se respeta a las personas por encima de todo, incluidos los intereses económicos, esta reafirmación no se tendría que hacer. Aseverar que “somos personas” es también dejar traslucir toda la historia de derechos que como tales se nos reconocen. Rechazar la idea del ser humano como un objeto lucrativo es, yendo más lejos, defender la cultura y la civilización en la que avanzamos en oposición a la barbarie. Por cierto, la pancarta de cabecera sitúa a las personas y al planeta en el mismo nivel.
Algunos colectivos abogaron en sus pancartas por la soberanía de los pueblos y a lo largo de la marcha los caminantes exhibieron globos de colores que, según explicaron por megafonía, representaban la diversidad. En la protesta participaron grupos que mostraron mensajes de solidaridad con Palestina, los alumnos desaparecidos en Ayotzinapa (Méjico) y los inmigrantes.
Parar el TTIP, objetivo de la lucha de la clase obrera
Consignas coreadas
“Este tratado lo vamos a parar”
“Luchar, vencer, no al TTIP”
“De Norte a Sur, de Este a Oeste, paramos el tratado, cueste lo que cueste”
“Unidad de lucha, lucha de unidad, si con el TTIP queremos acabar”
“¡Alé, la clase obrera en pie!”
“¡Que viva la lucha de la clase obrera!”
“¡Estamos hartas del sistema capitalista!”
Pancartas
“No al TTIP. Stop al esclavismo laboral. Solidaridad Obrera”
“No al TTIP. Por los derechos laborales. CC OO”
“Por el empleo digno, contra la corrupción, por los servicios públicos. #ReivindicaDemocracia. Equo”
“No al pago de la deuda: ilegal, ilegítima, odiosa. Derecho a vivienda para tod@s. Empleo digno con derecho a renta básica. Servicios públicos para todas las  personas. No al TTIP, Acuerdo Trasatlántico de Comercio e Inversión. Marchas de la Dignidad”
“TTIP ataca nuestros derechos. Greenpeace”
“Palomitas de maíz transgénicas. Te comes el TTIP”



Interpretación
Los colectivos que se manifestaron también reivindicaron los derechos conquistados a través de la historia de la lucha de clases, especialmente los derechos laborales y los servicios públicos; a los que hay que añadir los logrados por los movimientos sociales como son los derechos de los consumidores y los ambientales. Algunas de las pancartas y de las proclamas voceadas eran las mismas que se han empleado en las movilizaciones contra los recortes sociales y otras medidas de la política de austeridad que el Gobierno ha tomado para falsamente salir de la “crisis económica”, expresión que usa la clase dominante para tapar los abusos e irresponsabilidades que llevaron a la economía mundial al colapso en 2008. El TTIP según los grupos denunciantes ahondaría en esas medidas de recortes, privatizaciones y de pérdidas de derechos laborales. Si estas medidas parecían temporales para supuestamente paliar la “crisis”, con el TTIP se entiende que se implantarán, que se harán estables y formarán parte del contexto en el que habrá que vivir. En resumen, entre la lucha contra las medidas de austeridad aplicadas  a la “crisis estafa” y  la lucha contra el TTIP hay continuidad, ambas se encuadran dentro de la lucha de clases; en la protesta de Madrid una gran parte de los mensajes de los asistentes indicaban con claridad que parar el TTIP es un objetivo muy importante en la lucha de la clase obrera.
Secretismo y desinformación
La protesta no fue masiva, pero sí lo bastante numerosa como para cortar el tráfico en los carriles de un solo sentido de la calle de Alcalá. Cuando la cabecera de la marcha llegaba a Sol, la cola estaba en la glorieta de Cibeles. Se puede decir que fue una manifestación mediana, pero insuficiente por la gravedad del tema que se denuncia. El hecho de que no sea una protesta masiva también se explica por la ignorancia que existe en torno al  tratado: el TTIP y sus consecuencias siguen siendo desconocidos para una gran parte de la población. De mantener esta desinformación bien se han encargado las autoridades políticas, que —como ya se ha señalado— llevan las negociaciones con tanto secretismo que incluso se dificulta el acceso a los documentos a determinados europarlamentarios. A ello hay que añadir el comportamiento de los medios de comunicación masivos que apenas informan sobre las negociaciones del TTIP y los otros tratados, menos aún recogen las opiniones de  los opositores a los mismos. En la marcha también hubo alusiones a este carácter secreto de las negociaciones, por ejemplo: “Cocinan el TTIP en secreto porque es puro veneno”; “Stop TTIP. No al Tratado de Troya. TTIP secret”.
Grupos asistentes a la protesta
Entre los asistentes a la protesta y, por tanto, contrarios al TTIP estaban los siguientes grupos (visibles a través de sus banderolas y pancartas):
·        Partidos políticos: Izquierda Unida, Equo, Podemos (también presente a través de las pancartas de diversos círculos locales), Anticapitalista, PCPE, CJC, PCE, JuventudesComunistas.
·        Sindicatos: CGT, Solidaridad Obrera, CC OO y un grupo de trabajadores de Coca-cola de CC OO.
·        Movimientos sociales: Greenpeace, Ecologistas en Acción, Amigos de la Tierra, ATTAC, Marchas de la Dignidad, Mareas Ciudadanas, Red de Solidaridad Popular, 15M (diversas asambleas populares), Plaza de los Pueblos, Solfónica.

Manifiesto y música
Una vez que la mayoría de los congregados alcanzó su destino en la Puerta del Sol, avanzaron por la plaza y se situaron frente a un humilde escenario: una pequeña plataforma que no tenía ni telón de fondo. Allí la escritora Almudena Grandes leyó un manifiesto y, seguidamente, una joven anunció un evento para el 13 de mayo en el que participarán ayuntamientos rebeldes al TTIP. Después por el equipo de sonido se pudo escuchar el RAP #NoalTTIP de Ecologistas en Acción. Finalmente el coro de la Solfónica entonó algunas de sus canciones, entre ellas Canción del Pueblo de ‘Los Miserables’ y el Canto a la Libertad de Labordeta. 
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