martes, 31 de enero de 2012

"Garzón, amigo, el pueblo está contigo”

El domingo 29 de enero a las doce de la mañana los que se apearon del tren de Cercanías en el paseo de Recoletos y los que venían de la estación de Metro de Colón buscaban la calle Bárbara de Braganza para avanzar por ella hasta la plaza de las Salesas ¾donde está la sede del Tribunal Supremo¾ y, así, sumarse a la manifestación de apoyo al magistrado Baltasar Garzón, quien se tiene que ver la cara con la justicia por declararse competente para juzgar los crímenes del franquismo. Manos Limpias (sindicato ultraderechista) y la asociación Libertad e Identidad le llevan ante los tribunales por este asunto, pero tiene pendientes otras causas: las escuchas del caso Gürtel y los cursos en Estados Unidos.
Hace frío en Madrid, a pesar de ser mediodía, y el sol aún no ha entrado en estas calles estrechas; la gente va ataviada con guantes, bufandas, gorras y boinas, estas últimas sobre las cabezas de los señores mayores. En esta manifestación hay gente de todas las edades, pero predominan los que lucen sienes plateadas. Pasados los furgones policiales y próximos a las Salesas, si se alza la vista se ven muchas banderas, todas republicanas, y fotógrafos subidos a los contenedores para tomar la mejor panorámica. Desde esta plaza hay que dirigirse a Fernando VI y luego a la estrecha calle del Barquillo, pero se ha atascado el embudo y la marcha no se mueve o va a paso de tortuga. Comentan las señoras: “Nos meten por estas callecitas para que no se nos vea”; “Es lo que ahora autorizan”. Una vez que se llega a Barquillo se puede caminar, despacito, pero se puede. Se esté en quietud o se esté en movimiento, un clamor corre desde lejos y llega a los oídos de los más cercanos, la masa humana lo transmite según lo oye y llega un momento en que suena muy nítido porque todos lo vocean: “Garzón, amigo, el pueblo está contigo”. Es la frase más coreada en esta marcha en la que todas las consignas se propagan de esa manera: a través de la corriente humana. Un grupo lanza un grito de protesta y este va creciendo de atrás hacia delante o de principio a fin. Es como se trasmitieron los siguientes mensajes: “Hay que juzgar al franquismo criminal”; “Esta es la justicia del PP”; “Fuera fascistas del Tribunal Supremo”; “Algo huele mal en este tribunal”; “Verdad, justicia, reparación”; “Mañana España será republicana”; “Manos limpias, llenas de sangre”; “También estamos los niños robados”.
Las pancartas grandes por fin se pudieron desplegar en toda su extensión por las calles de Alcalá y Sevilla y frente al escenario situado en la plaza de Canalejas. La pancarta de cabeza era en tonos verdes y en ella se podía leer: “Solidarios con Garzón. Contra los crímenes del franquismo. Contra los juicios de la vergüenza”. La sujetaban con sus manos artistas, sindicalistas y políticos de izquierda, todos ellos rodeados de un cordón de seguridad, fotógrafos y cámaras de televisión; con este despliegue más los curiosos la pancarta principal apenas se podía vislumbrar. Mejor se contemplaba la pancarta blanca del escenario con similar leyenda y en la que además figuraban los nombres de los convocantes: Solidarios con Garzón y Plataforma contra la impunidad del franquismo. A lo largo de la caminata hubo más pancartas grandes, de las que se llevan en alto y se leen bien, como ésta: “’No hay mayor respeto que llorar a una persona que no se ha conocido’. J. Saramago. Veteranos 15-M por la Memoria Histórica”. En las pancartas más pequeñas había mensajes que denunciaban la situación, por ejemplo: “España al revés: corruptos y fascistas hacen juzgar al juez”; “Misión: hundir a Garzón”; “Todas las víctimas son iguales. Garzón perseguido por defenderlas”; “Tapan sus delitos echando a Garzón”. El caso Garzón ha traspasado fronteras y el apoyo viene desde tierras lejanas: “Chile agradece y defiende a Garzón”. Se sigue reivindicando lo que este juez avivó: “Justicia universal, aquí”. Bastantes personas portaban pancartas con las fotografías antiguas de algunos de los asesinados por la dictadura, en una de ellas las fotos iban acompañadas de la siguiente leyenda: “Asesinados por defender la República”. Unas niñas pequeñas repartían unas pegatinas en las que ponía: “Abajo la dictadura”. Niñas de 2012, qué largas son las secuelas de aquella infamia. Unos estudiantes repartían octavillas con su particular parecer: demandaban juicio y castigo para el franquismo, pero sin la menor simpatía por el juez al cual también criticaban por algunas de sus actuaciones. En alguna pancarta, sin embargo, lo que pedían era esto: “Garzón, Nobel 2012”.
Sobre el escenario se pronunciaron discursos en honor de los que dieron su vida por la democracia y también se habló de la vergüenza que produce todo esto. Luis García Montero recitó un poema suyo titulado La Farsa, después las actrices y los actores famosos y comprometidos pasarían a declamar poemas de Antonio Machado, Federico García Lorca, Rafael Alberti y Miguel Hernández. Cuando el primero de ellos iba a comenzar, los manifestantes alzaron su voz y de nuevo el conocido rumor que vino del final se hizo patente y lo inundó todo: “Garzón, amigo, el pueblo está contigo”. El propio actor acabó coreándolo antes de empezar a recitar. La masa aplaudía, aplaudía al juez. Después de cada poema también aplaudió. Y mucho siguió aplaudiendo cuando un joven actor dijo que el poema de Lorca se lo dedicaba a los que buscan a sus familiares por las cunetas de toda España. Con vigor volvieron a aplaudirle porque consiguió declamar la palabra “hijo” con la voz digna, fuerte y valiente de un padre que lo ama. Aplausos desde las entrañas.
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sábado, 28 de enero de 2012

"La doctrina del shock”, el documental basado en el libro de Naomi Klein. (Una hipótesis sobre la crisis)

Las medidas económicas neoliberales del Premio Nobel Milton Friedman aplicadas por los “Chicago boys” en diferentes países y circunstancias acaban empeorando la situación económica existente y aumentan la brecha entre ricos y pobres, además de ir acompañadas de más represión policial y militar o/y medidas dictatoriales. Esto es, en mi opinión, lo más interesante del documental “La doctrina del shock (2009) dirigido por Michael Winterbottom y Mat Whitecross, basado en el libro de la canadiense Naomi Klein “The shock doctrine: The rise of disaster capitalism”. (Clic para verlo en este enlace. Versión original con subtítulos en castellano; 80 minutos).
El film muestra cómo la doctrina del shock opera en dos terrenos: el individuo y la sociedad. Sobre la persona a través de la psiquiatría y para ello se citan los experimentos del Dr. Ewen Cameron; sobre la sociedad a través de las medidas económicas neoliberales defendidas por Milton Friedman y la escuela de Chicago. En el paciente la terapia del shock trata de borrar el pasado de su mente para implantar ideas nuevas con técnicas como la terapia del sueño, los electroshocks y la repetición de mensajes grabados. En las sociedades precisa de la crisis, los desastres, el caos, las guerras, los enemigos ¾si no los hay se crean¾ para implementar un capitalismo puro, sin regulación, pues según los defensores de estas ideas, si el estado deja de intervenir, la economía se corrige sola. En oposición a las doctrinas neoliberales de Friedman, Naomi Klein menciona el New Deal del presidente Franklin Delano Roosevelt, quien influido por John Maynard Keynes, adoptó una política de empleo público que activó la economía en Estados Unidos durante el periodo de entreguerras. La intervención gubernamental propugnada por Keynes se extendió por Europa después de la II Guerra Mundial pero, a pesar de ello, la película sostiene que las ideas de Friedman y la escuela de Chicago se han llevado a la práctica en diferentes ocasiones a lo largo de la historia reciente; en algunas de ellas fue para salvaguardar los intereses de las corporaciones o grandes compañías privadas estadounidenses: Chile (Pinochet), Argentina (Videla), Irak (II Guerra del Golfo). En el mundo angloparlante los friedmanianos fueron Ronald Reagan y Margaret Thatcher, y en los países del Este el film se centra en la Rusia de Boris Yeltsin. Los seguidores de la doctrina del shock instan también a aprovechar los desastres naturales para imponer el capitalismo puro: en la película se citan las catástrofes producidas por el huracán Katrina en Nueva Orleans y el tsunami de Sri Lanka. Según Naomi Klein, ¾sus explicaciones sirven de hilo conductor en la película, para ello se intercalan fragmentos de una conferencia suya ante un concurrido auditorio¾, la actual crisis económica (desde 2008) surge de diversos factores y entre ellos están las ideas de Friedman.
Klein menciona tres formas de la doctrina del shock, las cuales pueden actuar juntas: el shock de la guerra; la terapia del shock económico; y el shock de la imposición (según crece la resistencia a la transformación económica), que puede incluir tortura. Aunque los teóricos neoliberales sostienen que el libre mercado va de la mano de la libertad y la democracia, los casos de Chile, Argentina, Irak y Rusia demuestran que se han servido de dictadores o de fuerte represión militar y policial. No obstante, también vemos en el documental que en el caso de Reino Unido, esto es, de una estable y consolidada democracia, Thatcher de ningún modo podía emplear, por inaceptables, las extremas medidas represivas de Pinochet. Eso no quiere decir que no se pueda aplicar la doctrina del shock en las democracias avanzadas pues se puede hacer ¾como ya se ha dicho¾ aprovechando los desastres naturales (Katrina), creando guerras externas (Las Malvinas) o declarando enemigos (terrorismo, Irak).
Si las consecuencias de la doctrina del shock han sido terribles en algunos de los casos analizados en el documental (muertos, desaparecidos, detenciones masivas), en el terreno económico tampoco hubo éxitos. En Chile aumentó la inflación hasta ser la más alta del mundo, en Argentina los sueldos perdieron un cuarenta por ciento de su valor en menos de un año y, en Rusia, un tercio de la población quedó por debajo del umbral de la pobreza. La brecha entre ricos y pobres aumentó en todos los lugares, también en Estados Unidos y Gran Bretaña, donde el enriquecimiento de los directivos ha sido enorme. La guerra de Irak ha servido para el lucro de las grandes corporaciones estadounidenses en medio de un desorden violento y sin ley. En el film se habla de miles de iraquíes asesinados y cuatro millones de refugiados.
Finalmente se hace referencia a la crisis económica y financiera que comenzó en 2008 tras la caída de Lehman Brothers. Klein explica que asistimos a una transferencia de riqueza de las manos públicas ¾cobrada a la gente mediante impuestos¾ hacia las corporaciones e individuos más ricos del mundo. Como señala Klein, no hace falta decir que son los mismos que han creado la crisis. Para la autora canadiense, la crisis es resultado de esta ideología concreta de desregulación y privatización. Sin embargo, observa que nos hemos vuelto “resistentes al shock”, es decir, la táctica ya no funciona porque la conocemos y somos conscientes de ello. Para terminar su conferencia y el documental Klein exhorta a las movilizaciones con palabras del propio Roosevelt, que en una ocasión dijo a los sindicalistas que saliesen afuera y le obligaran a hacerlo (políticas progresistas). A nosotros Klein nos dice algo similar, o sea, “si queremos que las respuestas a esta crisis económica nos dejen un mundo más saludable, más justo, más pacífico tenemos que salir afuera y obligarles a hacerlo”.
Este es otro post más, entre tantos, para divulgar el documental “La doctrina del shock”, de modo que ahondemos en el tema a través de la lectura del libro de Klein y veamos si el film es más o menos fiel al texto. De todas formas creo que el documental constituye una explicación sobre lo que nos está sucediendo, quizá sea incompleta o un simple factor entre otros, pero que merece la pena conocerlo. Puede ayudarnos a reflexionar sobre lo que las autoridades están haciendo en nuestras sociedades todos los días: recortes, privatizaciones, rescates a la banca, impuestos, carestía, desahucios. Y esto nos conduce a muchas preguntas: ¿Hay entre nuestros gobernantes “Chicago boys”? ¿Están en las agencias de calificación? ¿Por qué las doctrinas neoliberales son dominantes en todos los grandes organismos internacionales? ¿Peligran las democracias? ¿Es la amenaza del “rescate” un shock? ¿Las privatizaciones y los recortes son la solución a la crisis o la están agravando? ¿Son los recortes y privatizaciones la única solución o es mera ideología al servicio de unos intereses, los de los más ricos?