Los
pobladores del cono norte viven en permanente alerta porque los delitos
contra la propiedad y la seguridad personal son muchos y constantes. El
pillaje y la rapiña son diarios. El tráfico de drogas y el de armas no
causan sorpresa. Las persecuciones policiales tras los pocos coches que
hay por las calles del valle, entre basura y corralones, producen
expectación al instante, pero pronto cesa pues es lo de siempre. Al
hablar de la laguna próxima a la chacra, los niños evocan historias de
miedo, como que apareció un hombre apuñalado en el agua. Arriba, en los
cerros, una mujer va escondiéndose de casa en casa. Los trabajadores de
la ONG quieren hablar con ella para inscribir a sus hijos en el
proyecto, pero no la encuentran. Su hermana dice que el marido acaba de
salir de la cárcel, tras cumplir condena por asesinato, y que ha
amenazado con matar a su propia esposa, por eso ella se esconde. Los
crímenes, los delitos no sorprenden a nadie. Se aprende a vivir con
ellos o a considerar culpable, por no ser suficientemente precavido, al
que los padece. La vigilancia policial es prácticamente inexistente en
la zona. Los agentes sólo aparecen en las persecuciones, cobijados en
sus coches.
La
violencia es cotidiana y se vive con resignación. Así es como se habla
de las violaciones de niñas, como si de un destino fatal se tratase.
Desde la propia ONG señalan que a partir de los ocho o nueve años una
niña pobre puede ser violada. Como si fuera una costumbre o algo que
inevitablemente va a suceder. Cuanto más desprotegida o desamparada esté
la niña, más posibilidades hay de que la violación se produzca. Niñas
que viven sólo con la madre, la cual se ausenta durante mucho tiempo;
niñas que van solas a todas partes; niñas con algún retraso mental o
alguna dificultad física. Ahí no acaba lo repugnante: las violaciones
pueden ser rentables. La denuncia significa dinero tanto si sigue su
curso como si no. Si la denuncia sigue su curso se castigará al culpable
y quizá se consiga algo de dinero. Pero también puede ocurrir que el
violador ofrezca dinero a la familia de la víctima para que retire la
denuncia. En este caso el dinero llegará con más seguridad y rapidez, el
violador quedará libre, su
delito impune. Cuando la pobreza es tanta, la oferta del violador se
acepta. La miseria luce esplendorosa su rostro nauseabundo, la muy
miserable.
Aquella
mañana de sábado el viento movía los débiles cristales de las aulas, la
corriente penetraba por las ventanas rotas. Los pocos niños que
asistieron a las actividades recreativas en el colegio amurallado
vinculaban aquel viento frío a los amagos de terremoto: “Tengo miedo al
temblor”. Eran tan pocos niños que podían repetir su ración de cuáquer
caliente y panecillo varias veces. Resulta muy extraño porque a la hora
del refrigerio la cantidad de niños se suele duplicar, especialmente los
sábados. Los pocos niños venían acompañados de sus hermanos mayores,
tías o madres. Se comenta sobre los pocos niños presentes. “Quizá los
niños no han venido porque el tiempo es muy desapacible”. Para las
acompañantes existe otra explicación. Hay pocos niños en el colegio y en
las calles porque no les dejan salir; las
noticias de radio y televisión han relatado varios crímenes y
violaciones de niños, alguna cerca de la zona. Andan nerviosas y muy
pendientes de los chiquillos. El cielo sigue gris muy oscuro. Temblor de
miedo.
guillaumme dijo
ResponderEliminarHay en la pobreza todo un catálogo de horrores de los que los países desarrollados y la gente común huimos, y como pasajeros de un barco zozobrando no respetamos orden ni origen, corremos hacia la salvación sin importarnos mucho lo que ocurra con el resto del pasaje. Nada malo hay en la supervivencia, es instintiva, pero siguiendo el símil del barco ocurre que ciertos pasajeros una vez en los botes empiezan a querer más, a buscar espacio, comodidades, influencia, y satisfacer apetito de manera que la travesía se convierte en otra lucha y así de salto en salto, de huida hacia delante en huida, transformamos nuestra supervivencia en pena de muerte para nuestros semejantes. Algunos dueños de perros te dicen que su animal es capaz si le dejan de comerse todo su alimento de la semana en una sola toma, a nosotros con nuestros impulsos y deseos nos ocurre lo mismo, no los dominamos y somos capaces de todo por satisfacerlos, y ese comportamiento lo tienes en los basurales, en los despachos, en las oficinas, en las familias, en las agrupaciones.
Gracias Xelextepv
19 Mayo 2009, 11:05
24 Julio 2009, 06:40
xelextepv
xelextepv dijo
Guillaumme, gracias a ti por visitar el blog y por tus palabras: ese barco en el que viaja la vida, nuestras vidas, y que tanto nos cuesta. Como dices "en los despachos, en las oficinas, en las familias, en las agrupaciones" también se desatan los impulsos, pero en los basurales -de los que yo hablo- al festín de la brutalidad se autoinvita la miseria, mejor dicho, siempre está presente y metiendo baza. Pondrá dinero ante las manos de los familiares de la víctima. El maldito dinero ante la conciencia de los muy pobres. Esta es la asquerosa diferencia.
Bueno, quizá no hay tanta diferencia. Hay de todo en todas partes.
El barco zozobra y lleva ratas rabiosas en la bodega.
Ha sido muy grato que hayas pasado por aquí regalando tus pensamientos.
Un abrazo.
20 Mayo 2009, 18:18
24 Julio 2009, 06:41
Marisa dijo
ResponderEliminarSe corta la respiración mientras releo los renglones de esta tragedia.
Tengo que relerlo para asumir que esta situación es real y que además cotidiana, es la cotidianidad del horror, que lamentablemente muchos asumen como algo " normal ".
24 Julio 2009, 06:49
Ev@
Ev@ dijo
Cuando leo tus historias-verdades, me dejas sin palabras y casi no me atrevo a poner casi nunca nada, porque cuando leo me duele ver tanta miseria sobre todo en los niños, con ello no puedo. Y me parece estupendo que cuentes estas cosas para que alguna vez debe de ser sordo.
Besotes y muchas gracias por compartir.
24 Julio 2009, 06:55
Celestepv dijo
Hola Marisa.
Es muy difícil vivir con miedo todo el tiempo. No se puede, uno tiende a relajarse y a confiar. Pero hay lugares donde se deben tomar constantes precauciones, estar siempre pendiente. Esta tensión se transmite a los niños: "Regresen antes del anochecer"; " Regresen con sus hermanos"; "No vayan solas"; " No hablen con los del taxicholo"; "No bromeen con ese joven"; "No jueguen con esos"; Y si ocurre algo, aunque sea un hurto: "No fueron bastantes precavidos"; "Se descuidaron". No se culpa al delincuente sino a la víctima. Esto ocurre cuando un conjunto humano, una comunidad, se acostumbra al horror. No se dan cuenta de que tienen derecho a la libertad. Esas niñas tienen derecho a la libertad, a sus juegos, a sus risas.
Muchas gracias por escribir.
Saludos.
26 Julio 2009, 16:17
Celestepv dijo
Hola Ev@.
Estos posts sobre los basurales son muy duros, se trata de niños que sufren mucho. Gracias por comprender que lo tengo que contar aunque duela. Procuro relatarlo de forma general, no poner nombres, no sacar fotos, porque por sí mismos, la sola idea, los simples recuerdos de aquellas vidas, me parecen suficientes. Como dices, nos dejan "sin palabras".
Gracias por estar ahí y hacérmelo saber con tu comentario.
Que disfrutes de una buena tarde de domingo.
26 Julio 2009, 16:24
jturu dijo
ResponderEliminarGris y oscuro cielo el de la ética de los estadoas...
Se deja en la cuneta la decencia la equidad... sólo se piensa entérminos patrióticos y en banderas gigantescas, como si el concreto individuo no existiera, como si esos niños de los que hablas contaran menos que el PIB o la supervivencia de las ballenas.
Un abrazo
03 Agosto 2009, 13:42
Celestepv dijo
Hola Jturu.
No sé si llegará el día que interesen más las personas, todas las personas. Esas criaturas, que no consumen y no votan, son absolutamente ignoradas. Bueno, no. Forman parte del relato periodístico al que ya nos hemos acostumbrado. Anticuerpos que inmunizan.
Gracias por escribir.
Saludos.
06 Agosto 2009, 11:10
ruben
ruben dijo
el mundo esta perdido por solo una palabra( multiplicaos ) la gente no comprende que llego el momento de tener menos hijos el planeta no da a vasto con la cantidad de seres humanos si fueramos menos abria mas para todos si en una familia tenen un pollo comen bien 3 o 4 no 8 y 3 o 4 no contaminan lo que 8. Y no es que no me gusten los chicos soy padre de uno y es lo mejor que me paso en la vida pero si tengo que tener 3,4 o 5 para que se crien en la calle siendo violados en un basural drogados descalsos con hambre ,me la corto y se la tiro a los perros, si te cuesta controlar y educar a uno cuanto mas a 3 o 4. Muchas familias en argentina tienen 8 y 10 hijos y la mayoria en la calle eso es ser padre o es echarse un polvo y bueno dios proveera . para mi el mundo es una familia que tiene un pollo y que no alcansa para muchos espero entiendan lo que quiero decir.
18 Marzo 2010, 19:52
Celestepv dijo
Hola Rubén:
Creo que planteas el problema de la planificación familiar en lugares muy empobrecidos. Es un asunto difícil porque para ello se necesita educación, profesionales sanitarios, recursos médicos, información y una nueva cultura que elimine antiguas creencias o miedos de determinadas zonas. Es una medida que junto con otras ayudaría a reducir la pobreza. Pero eso no justifica que haya contaminación, miseria, violaciones, drogadicción. Tampoco creo que toda la miseria y las condiciones paupérrimas de determinados lugares del mundo sean culpa del número de hijos de los pobres. Hay poderes e intereses que nos dominan. Hay concentraciones de dinero en determinadas familias y grupos que podrían remediar tanta penuria.
Gracias por tu opión.
Saludos.
19 Marzo 2010, 14:18
Los comentarios anteriores los he copiado de mi blog La Comunidad de El País, donde publiqué el post por primera vez. EN CADA COMENTARIO DE LOS QUE PUBLICO AQUÍ RECOJO VARIOS DE LOS QUE TENÍA ALLÍ.
ResponderEliminarLos he traído a este blog debido a que la plataforma citada cerrará dentro de pocos días.
Muchas gracias a todos los amigos de La Comunidad. Fue un placer compartir siete años con vosotros. Un afectuoso abrazo.