Todos los carriles de la calle de Alcalá se
iban llenando de gente antes de que la cabecera de la protesta hubiese llegado
a la glorieta de Cibeles. Había manifestantes que se encaminaban hacia la Puerta del Sol sin esperar al grueso de la
marcha. Otros aguardaban alrededor de la fuente de la diosa para incorporarse.
Cuando se oyeron los gritos de las proclamas procedentes del Paseo del Prado,
los fotógrafos, camarógrafos, curiosos y manifestantes que aguardaban se
agolparon frente a la pancarta de cabera que se aproximaba a Cibeles; todos
querían conseguir imágenes de la protesta que tendría lugar en Madrid el mismo
día de la investidura. En ella se rechazaba el golpe dado en el PSOE para
quitar al secretario general, Pedro Sánchez, que reiteradamente defendió votar “no” a la investidura de
Rajoy. El partido pasó a ser dirigido por una gestora y se decidió la
abstención en contra de algunos dirigentes y sin consultar a las bases. Los
acontecimientos posteriores eran previsibles: con la abstención del PSOE Rajoy
sería nuevamente presidente del Gobierno. El sábado 29 de octubre alrededor de
las ocho de la tarde tendría lugar la segunda votación para la investidura. La
manifestación fue convocada por la Coordinadora 25‑S para las seis de la tarde
con el lema “Ante el golpe de la mafia, democracia. No a la investidura
ilegítima”. Mientras sus señorías
debatían y votaban en el Congreso, los manifestantes caminaron desde Neptuno
hasta la Puerta del Sol y, precisamente a las ocho, esta plaza y sus calles
aledañas eran un hervidero humano. La aglomeración, la gente encaramada a la
“ballena” (entrada al tren de Cercanías), las banderas republicanas ondeando en
lo alto, las pancartas y los cánticos recordaban la ocupación de la plaza por
el movimiento 15M en mayo de 2011.
No
se rodeó el Congreso
Los medios de
comunicación dieron notable relevancia a la protesta incluso antes de
producirse, en parte porque le achacaron un carácter violento que luego no
tuvo. Los medios insistían en referirse a la protesta como un “Rodea el
Congreso”, aun cuando su trayecto de Neptuno (plaza Cánovas del Castillo) a la
Puerta del Sol pasando por Cibeles ya
había sido comunicado a la Delegación del Gobierno. Por tanto, era de sobra
conocido que no se pretendía rodear el Congreso. La Coordinadora 25‑S convocó
un “Rodea el Congreso” el 25 de septiembre —de ahí el nombre del colectivo— de
2012; en aquella ocasión sí hubo disturbios en Cánovas del Castillo y en la
estación de Atocha. Algunos medios de comunicación atribuyeron anticipadamente
a la protesta de octubre de 2016 nombres y rasgos de la de 2012 sin tener en
cuenta los nuevos datos.
El matiz agresivo
que le supusieron fue desmentido por la realidad de una protesta pacífica y en
parte festiva, esto último gracias a la batucada que la acompañó y al buen
humor, los cánticos y los bailes de los colectivos juveniles. A pesar de todo,
en el relato informativo ha sido muy destacado el incidente que tuvo lugar una
vez acabada la protesta, en el que intervino un grupo de manifestantes que en
las cercanías del Congreso arrojaron monedas y pequeños objetos a algunos
políticos cuando salían. Por lo que se refiere al despliegue policial, según
informaron los medios de comunicación repetidamente y con mucha antelación, fue
muy superior al habitual de otras manifestaciones madrileñas. Como es costumbre
ante este tipo de protestas masivas, las inmediaciones del Congreso estaban cercadas
por vallas y agentes de la Policía Nacional y, en el cielo, fue constante la presencia de un helicóptero.
“Gran coalición encubierta”
En el comunicado de la
Coordinadora 25-S para anunciar la protesta se desarrolla el lema de la
pancarta de cabecera “Ante el golpe de la mafia, democracia. No a la
investidura ilegítima”. Indican que “el golpe de régimen se ha consumando,
Rajoy será finalmente investido”, y
añaden: “Será un Gobierno ilegítimo de un Régimen ilegítimo”. Mencionan tres
mafias que se llaman igual que tres conocidos casos de corrupción: “la mafia de
Nóos”, “la mafia de los ERE”, “la mafia de la Gürtel”. “El golpe”, según el
lema de la pancarta, lo da “la mafia”, así la corrupción queda relacionada con
el autoritarismo. Opinan que es la oligarquía la que ha realizado movimientos
en Ferraz (sede del PSOE) y en el Congreso para impedir un Gobierno alternativo
al del PP. Según el comunicado, lo que se pretende es “continuar los ataques
sociales y los nuevos recortes impuestos desde Bruselas”, y quien va a hacer
eso es la “gran coalición encubierta”. Con estos términos aluden a la coalición
del PSOE con la derecha ¾PP y Ciudadanos¾, propuesta por
los líderes socialistas más conservadores y por las élites económicas para
evitar que se llegase a formar Gobierno con otra alianza: la del PSOE con la
izquierda ¾Unidos Podemos¾ y los
nacionalistas. Si en el lema de la pancarta se reivindica democracia, en el
comunicado se agrega: “Frente a su Congreso vacío de democracia oponemos
nuestras plazas llenas de lucha”.
Por
enésima vez, “PSOE, PP la misma mierda es”
Gran parte de los
mensajes orales y escritos de la marcha se dirigían a los dos partidos
políticos mayoritarios; se equiparó a ambos y como viene sucediendo en
múltiples protestas desde la movilización del 15M, otra vez más y a pleno plumón,
se proclamó “PSOE, PP la misma mierda es”. Con frecuencia también se oía “Que
no (3) nos representan y “Esta investidura es una basura”. Los mensajes no sólo
iban destinados a los partidos, también a los dirigentes protagonistas de los
últimos acontecimientos, especialmente a Felipe González ¾expresidente del
Gobierno (PSOE) y exconsejero de empresas privadas¾, Susana Díaz ¾presidenta de la
Junta de Andalucía (PSOE)¾ y Mariano Rajoy ¾presidente del
Gobierno (PP)¾. Se coreó, por
ejemplo, “Felipe, golpista, eres un fascista” y “Este presidente es un
delincuente”. Los de Jóvenes en Pie animaron la protesta con su energía, sus
tambores y esta canción: “Susanita quiere un sillón / un sillón en Madrid / y sabe que con una
abstención / para allí se va a ir”. Se exhibieron carteles con retratos fotográficos de Susana Díaz y otros
dirigentes socialistas partidarios de la abstención en los que se les tildaba
de traidores. Las pancartas que se referían al PP aludían al latrocinio y a la
represión: “PP engaña, roba y amordaza”; “PP: falsario, feroz, ladrón, tirano”.
Sin mencionar concretamente a ningún partido se coreaba “Ladrones, ladrones” y
“Diles que se vayan (3) de una puta vez”. Las banderas republicanas fueron muy
abundantes, lo mismo se portaban en su correspondiente mástil que se llevaban
como bufanda, a modo de capa, rodeando el cuerpo o haciendo de falda. Un grupo
llevaba sobre la solapa pegatinas en las que estaban estampadas la bandera
republicana y la frase “Que se vayan los Borbones”.
A la convocatoria
se adhirieron más de ochenta colectivos, según publicó
la Coordinadora 25‑S. Durante la marcha se vieron, entre otras, pancartas y
banderolas de Izquierda Unida, Izquierda Castellana, PCE, Juventudes
Comunistas, 22M Marchas de la Dignidad, Solidaridad Obrera, Unidos Podemos,
Tribunal Ciudadano de Justicia, Sindicato de Estudiantes, Anticapitalistas,
Plaza de los Pueblos y de algunas asambleas populares del 15M; también estaba
presente Alternativa Socialista (CLI‑AS) con su pancarta “Salvemos el
Socialismo”. La Coordinadora 25‑S indicó en su web que la convocatoria de
Madrid sería secundada con concentraciones en varias
ciudades del Estado. Aparte de estas movilizaciones pero para mostrar también
su rechazo a la investidura de Rajoy, a las siete de la tarde del viernes 28
hubo una concentración en la Puerta del Sol con el lema “No nos resignamos” en la que
participaron Izquierda Abierta, Convocatoria Cívica, Recortes Cero y otras organizaciones.
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