Los
días veinticinco y veintiséis de mayo el tema del copago saltó a los
medios de comunicación debido a la presencia de la ministra de Sanidad,
Trinidad Jiménez, en un programa de Televisión Española y, después, en
rueda de prensa en la que presentó el Barómetro Sanitario 2009. También
la ministra respondió a los periodistas sobre el copago en los pasillos
del Congreso, donde estos días se habla de reducir el déficit para salir
de esta crisis en la que los que tienen el poder económico nos han
metido. Titulan en abc.es “Vuelve el fantasma del copago” y es
verdad, es un asunto que aparece para meternos miedo y, luego,
desaparece porque es una medida realmente impopular con la que se teme
perder votos. El partido que se atreva, trastocará la sanidad pública,
aquí considerada universal -para todos- y gratuita -mal llamada así
porque la pagamos entre todos con nuestros impuestos-. Una de las pocas
prestaciones bien valoradas por los ciudadanos, precisamente porque en
ella se atiende a todos: desde los que viven en chabolas hasta los que
viven en palacios y llevan corona. De las cosas que hemos creado como
colectivo nacional -o lo que sea esto que llamamos España y los
españoles- es casi la única de la que podemos estar orgullosos. Algo por
lo que nos admiran desde fuera y no se trata de un tenista, una
nadadora o un equipo de fútbol. Es algo que vamos manteniendo como
colectivo, pero que algunos se lo quieren cargar. Dicen -normalmente
expertos sin identificar- que no es para recaudar, sino para reducir la
mala utilización de los recursos públicos. Parece ser que vamos mucho al
médico, que abusamos, vaya. Pero, que el sistema sanitario público sea
bien valorado por los ciudadanos, no quiere decir que ir al médico o al
hospital no sea un calvario; eso lo sabemos todos. El sistema público se
prefiere al privado, pero le queda mucho por mejorar. No es una fiesta
ir al médico: tardan en darte cita, papeles que se pierden, largas
colas, listas de espera escandalosas... ¡Una gozada! No tenemos cosas
mejores que hacer. Pero a alguien se le ha ocurrido decir que abusamos y
se da por sentado. Por cierto, no nos explican cómo se mide eso del
abuso, pero lo dicen muchos muchas veces, a ver si cala y para que se
convierta en “verdad”. Sí, ese es el estilo, no aportar datos ni pruebas
sobre lo que se dice. Lanzar consignas y culpar a los individuos, a
esos desgraciados que formamos la gran masa. Como de un modo u otro
vamos a pagar todos los desmames -los cometa quien los cometa-, lo
primero que hacen es convertirnos en culpables. A esto hay que añadir
unos periodistas que repiten el discurso dominante sin rechistar, mucho
menos investigar. Los grupos dominantes tienen más espacio en los medios
y ellos nos imponen su lenguaje, su definición de las cosas. ¿Qué
significa copago? Nos dirán que de la consulta al médico (atención
primaria, especializada, urgencias) una parte la paga el Estado y otra
parte la paga el paciente, sin embargo lo más exacto es decir: una parte
la pagas tú vía impuestos y la otra, también, con dinerito de tu
bolsillo, o sea, que pagas dos veces. Pero no, periodistas y expertos
-identificados y sin identificar- repiten hasta la saciedad que usar la
sanidad pública en España es gratis.
Espacio dedicado en las noticias a los colectivos de la sociedad civil:
En
las noticias de estos días se recogen las reacciones de las
asociaciones de pacientes y consumidores respecto al copago, que como se
puede suponer, son contrarias al mismo. De los medios que suelo leer, europapress.es
es el que más espacio les dedica: un noticia, en la que se recogen las
opiniones del Foro Español de Pacientes (FEP) y la Asociación Defensor
del Paciente (ADP). Menos espacio les dedica elpais.com: media
noticia, -los tres párrafos finales- con las declaraciones de la
Confederación Española de Consumidores y Usuarios (CECU) y de la
Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Más pequeño aún es el
espacio dedicado en abc.es: un pequeño recuadro en el que caben
las reacciones de: ADF, FEP, CECU, OCU, Círculo de Empresarios y Colegio
de Farmacéuticos. (No nos dice abc.es por qué recoge la opinión
de las dos últimas entidades o por qué no lo equilibra buscando también
las reacciones de los sindicatos o de los vendedores de plantillas).
Ver:
europapress.es:
elpais.com:
abc.es: