miércoles, 12 de noviembre de 2014

Mordazas contra la “ley mordaza” en Sol

La plataforma No Somos Delito convocó para el uno de noviembre una concentración en la Puerta del Sol de Madrid contra la Ley de Seguridad Ciudadana, la cual puede ser aprobada antes de las navidades, según indica este colectivo en su página web. El pasado 11 de julio el Consejo de Ministros aprobó el Proyecto de Ley Orgánica de Seguridad Ciudadana; el 16 de octubre se debatió en el Congreso de los Diputados, donde se han rechazado nueve enmiendas a la totalidad de la ley presentadas por toda la oposición. Actualmente sigue su tramitación parlamentaria que, en opinión de algunos colectivos y partidos políticos, se está haciendo con gran celeridad y no con la calma y reflexión que una ley tan importante requiere. Esta ley ha sido llamada “ley mordaza”, “antiprotestas” y “anti‑15M” porque, entre otras cosas, sanciona con multas desproporcionadas nuevos tipos de protesta (escalamiento de edificios y monumentos, paralización de desahucios, perturbación en manifestaciones frente al Congreso, Senado y Asambleas autonómicas, etc.), manifestaciones o reuniones no comunicadas, y el uso de imágenes y datos personales o profesionales de miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Los contrarios a esta ley sostienen que da a la policía gran capacidad para reprimir las protestas y afirman que restringe la libertad de expresión y el derecho de manifestación. Durante la protesta en Sol un grupo de teatro, con los actores disfrazados de payasos, llegó con un ataúd que simbolizaba la muerte de estos derechos.
La concentración comenzó a las doce del mediodía; el sol de otoño iluminaba y calentaba la plaza como si fuese verano. Los asistentes se colocaron junto a la entrada acristalada del tren de Cercanías (la “ballena”), en el lado que mira para la calle de la Montera. Eran cientos de personas, algunos medios calculan unas quinientas; en cualquier caso, no ocupaban ni la mitad de la plaza. El ambiente parecía casi íntimo, de amigos: la gente se saludaba y charlaba en sus corrillos. Algunas personas repartían mordazas azules y pequeñas pancartas a todo el que las quisiera. Las pequeñas pancartas aludían al tema de la convocatoria y a la corrupción: “Leyes represoras, no nos callarán”; “País mudo, no muda”; “Libertad de protestar”; “Con sobres o tarjetas, nadie os gana jetas”; “Golpe a golpe, Franco ha vuelto”; “Pueblo manso, pueblo esclavo, bien drogado”. Apenas había pancartas grandes: de tamaño mediano era la del 15M de Puente de Vallecas, y algo más grande la de No Somos Delito, que estuvo desplegada en el lateral de la “ballena”, donde dos jóvenes encaramados la sujetaban. En ella se leía: “Vivir en democracia depende de ti. No#leymordaza”.
El acto transcurrió pacíficamente, amenizado por la Solfónica, pero sin llegar a ser una gran fiesta de bailes y cánticos. Los actores ataviados de payasos entraron gritando repetidamente entre sollozos: “¡Qué la han ‘matao’!” Portaban un ataúd en el que habían escrito: “Asistimos al entierro de la libertad de expresión y el derecho de manifestación. R.I.P.” Llevaron a cabo su representación cerca del lateral de la “ballena” y rodeados por el resto de concurrentes. Miembros de No Somos Delito procedieron a leer un manifiesto. El momento más emocionante y participativo consistió en guardar un minuto de silencio amordazados. Abundaban las mordazas azules, aunque también las había de otros colores, como las de los yay@flautas que eran negras. Otros congregados improvisaron mordazas con sus pañuelos o fulares. Unos estaban sentados en el suelo, otros de pie; todos en semicírculo mirando hacia la “ballena”. Una buena parte de los asistentes tenía los brazos extendidos hacia arriba con las manos abiertas. Nada más terminar el minuto de silencio se voceó “La voz del pueblo no es ilegal” y otras consignas que aludían a la lucha, por ejemplo: “Pueblo, si no luchas, nadie te escucha”; “La lucha es el único camino”;  “¡Qué no (3) tenemos miedo!” La concentración finalizó alrededor de la una. Se dispersó tranquilamente, por lo que cuesta entender la intervención de los agentes de la Policía Nacional, que procedieron a identificar a algunos de los asistentes que aún permanecían en la plaza. Además, se llevaron a un joven.
La calle se defiende en la calle
Cuando un grupo intuye que no habrá mucha gente para apoyar una protesta convoca una concentración en un lugar concreto en vez de una manifestación con más o menos recorrido. A veces las intuiciones fallan y las concentraciones se desbordan e, incluso, pueden terminar en manifestación. Dado el duro golpe que para la democracia supone la “ley mordaza”, cabría esperar que la concentración del uno de noviembre se desbordara, pero ello no ocurrió. Se puede decir que No Somos Delito acertó en su intuición. Para defender la libertad de expresión, el derecho a la información en su doble vertiente  —emitir y recibir información veraz— y el derecho de manifestación, recogidos en los artículos 20 y 21 de la Constitución, había alrededor de medio millar de personas concentradas en la Puerta del Sol. Con este dato cobran importancia los ausentes, que si bien han protestado en otros foros o en las redes sociales contra esta ley, no están en la calle para luchar contra ella. En Sol no ondeaban las banderolas de los partidos políticos, ni de la vieja política ni de la nueva; ni se leían pancartas de los sindicatos minoritarios ni de los mayoritarios. Una pancarta espetaba: “CC OO‑UGT de huelga? No, de vacaciones”. Tampoco había pancartas de las mareas como tales, ni siquiera de la blanca o la verde que tanto han recurrido a estos derechos últimamente. También se hallaban ausentes las pancartas u otros símbolos de las asociaciones o colectivos de periodistas, fotógrafos y camarógrafos, a los que la ley puede afectar en el desempeño de su trabajo. ¿Cómo puede ser que para un tema tan grave la movilización no esté siendo mayor? La calle se defiende en la calle, y eso de momento no está ocurriendo, a pesar de la urgencia que el asunto ya requiere. Dificultar la información sobre intervenciones policiales en las protestas, castigarlas con multas desproporcionadas o crear miedo en torno a ellas, demuestra el nulo carácter democrático del Gobierno de Rajoy —y del ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, defensor de la ley—, pero la falta de una gran movilización contra la “ley mordaza” también está revelando la incultura y la escasa responsabilidad y conciencia de un pueblo que debería estar luchando por la libertad de expresión, el derecho a la información y el derecho de manifestación —esenciales para una democracia— hasta conseguir paralizar esa reaccionaria ley. Es evidente que se necesita una movilización mayor y continuada hasta lograr este objetivo. Va a requerir mucho esfuerzo e imaginación.


Citas en los cristales de la “ballena”
En la entrada del tren de Cercanías había pegados carteles con célebres citas, un folio por cada frase en letras grandes. Son estas:

No hay peor tiranía que la que se ejerce a la sombra de las leyes y bajo el calor de la justicia. Montesquieu”.

“¿De qué sirve decir la verdad sobre el fascismo que se condena si no se dice nada contra el capitalismo que lo origina? Bertolt Brecht”.

Tristes tiempos estos en los que hay que luchar por lo que es evidente”. (De Dürrenmatt)